Tigres perdona en el Clásico Regio

EL EQUIPO DE RICARDO FERRETTI NO ESTUVO CERTERO AL FRENTE, POR LO QUE SE TUVO QUE CONFORMAR CON UN EMPATE SIN GOLES

Un Clásico sin goles. Así terminó el tan esperado encuentro entre Tigres y Monterrey disputado en la cancha del Universitario de Nuevo León.

Y es que desde un principio fue Tigres quien tomó el control de las acciones del partido, con un Lucas Lobos que volvió inspirado luego de la lesión que lo marginó en el encuentro pasado. Los pupilos de Ricardo Ferretti no pudieron mermar la meta de Jonathan Orozco.

Algunas opciones en los pies de Damián Álvarez, que tuvo que salir en la parte complementaria del partido al doblarse el tobillo en una jugada con Humberto Suazo, y otras más de Mancilla y del mismo Lobos que terminaba desviando la aguerrida defensa de Rayados a esquina o por las bandas.

Hubo magia pero no goles, los fieles seguidores se quedaron esperando la anotación de oro que hiciera al Volcán entrar en erupción. Así se fue el partido al descanso, con emoción pero aún sin el festejo para ninguna de las aficiones que abarrotaron el Universitario.

El segundo tiempo nos trajo aún más expectativa, pues lo que había sido un partido volcado hacia el lado de Tigres se convirtió en un intenso duelo de ida y vuelta en el que hombres de peligro como César Chelito Delgado, Sergio Santana y Humberto Suazo empezaron a hacerse notar en la cancha del Uni por el lado del Monterrey.

De hecho, una polémica jugada en la que se vio involucrado Sergio Santana provocó que toda la banca rayada le reclamara un supuesto penal al árbitro Paul Delgadillo, quien prefirió hacer caso omiso. Tigres no dejó de atacar y tuvo algunas oportunidades claras de gol que el guardameta Jonathan Orozco, pese a haber jugado infiltrado, logró tapar con espectaculares atajadas, la más notoria un disparo potente de Danilinho que a una mano Jona mandó a tiro de esquina.

Los últimos instantes se vivieron con singular pasión, pues la afición revivió y con un sonoro grito ejerció presión apoyando a Tigres. Mancilla y Salcido pudieron haberse vestido de héroes, sin embargo, esta noche la meta de Orozco parecía embrujada.

Tampoco a Rayados se le dio el gol ya que ni Sergio Santana, ni Chelito ni Luis Pérez a poco del final con un tiro libre pudieron concretar el tanto de la victoria.

Un partido con un marcador engañoso pues tal parece que estaba escrito que la edición 94 del Clásico regio terminaría en cero.
Fuente CentralDeportiva