
EL ENTRENADOR CHILENO MENCIONÓ QUE YA NO DISFRUTABA SER EL DIRECTOR TÉCNICO DEL AMÉRICA
La mirada de Carlos Reinoso aún se torna vidriosa cuando recuerda su voluntaria salida del América.
A El Maestro le duele haber renunciado a la dirección técnica del equipo de sus amores, pero admite que ya no disfrutaba el puesto.
“Después del partido contra Pachuca, pensé en que ya estaba sufriendo muchísimo”, revela el ahora ex timonel de las Águilas, en declaraciones a Televisa Deportes Network. “En todo este tiempo bajé siete kilos”.
A El Maestro le duele haber renunciado a la dirección técnica del equipo de sus amores, pero admite que ya no disfrutaba el puesto.
“Después del partido contra Pachuca, pensé en que ya estaba sufriendo muchísimo”, revela el ahora ex timonel de las Águilas, en declaraciones a Televisa Deportes Network. “En todo este tiempo bajé siete kilos”.
Pese a los rumores que aseguraban distanciamiento entre él y los futbolistas, asegura contar con varias cartas en las que el plantel le solicitaba no darse por vencido.
“Terminando [el duelo contra los Jaguares de Chiapas], en el camión les dije que ya me iba, y los junté en el aeropuerto para reafirmárselos”, comenta, con nostalgia. “Tengo cartas de los muchachos, pidiéndome que no me fuera, que no dejara el barco sólo, que siguiéramos en el mismo tren”.
“Todos me pidieron que me quedara, pero no, el América es más importante”.
Buscará reunirse con Emilio Azcárraga Jean, dueño del equipo, para agradecerle la oportunidad de dirigirlo por tercera vez, lo que ya hizo con la directiva.
“Estoy muy triste, apenado, pero sobre todo por Michel [Bauer, presidente de la institución], quien es un chavo bien intencionado, un tipo que ha querido que al América le vaya bien”, explica.
Con la voz frágil, admite que “como viejo, [soy] más pensante. Esto es un fracaso y la vida me enseñó que de los fracasos he aprendido”.
“Terminando [el duelo contra los Jaguares de Chiapas], en el camión les dije que ya me iba, y los junté en el aeropuerto para reafirmárselos”, comenta, con nostalgia. “Tengo cartas de los muchachos, pidiéndome que no me fuera, que no dejara el barco sólo, que siguiéramos en el mismo tren”.
“Todos me pidieron que me quedara, pero no, el América es más importante”.
Buscará reunirse con Emilio Azcárraga Jean, dueño del equipo, para agradecerle la oportunidad de dirigirlo por tercera vez, lo que ya hizo con la directiva.
“Estoy muy triste, apenado, pero sobre todo por Michel [Bauer, presidente de la institución], quien es un chavo bien intencionado, un tipo que ha querido que al América le vaya bien”, explica.
Con la voz frágil, admite que “como viejo, [soy] más pensante. Esto es un fracaso y la vida me enseñó que de los fracasos he aprendido”.
Fuente CntralDeportiva
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