jueves, 29 de septiembre de 2011

El último boleto dice: Tampa Bay: 4 Boston 3


Boston fue dejado en el terreno y cuatro minutos después, Tampa Bay venció a Yankees con un jonrón en extrainnings
BALTIMORE, EU (Miércoles 28 de septiembre).- Y nunca cayó el out 27. Orioles estaba a un strike de perder con Boston y terminó ganando 4-3, dejándolos así en el terreno en la novena entrada mientras Tampa Bay se levantó de un 7-0 en la octava para vencer 8-7 en extrainnings a Yankees y lograr su calificación a los playoffs como equipo comodín.
Debido a la lluvia el juego entre Boston y Baltimore se retrasó mientras en Tampa Bay tuvieron que ir a extrainnings, pero en cuestión de cuatro minutos ambos duelos acabaron de forma mágica.
El cerrador Jonathan Papelbon estaba a un strike de sellar un triunfo de 3-2 para Boston pero permitió doblete productor y luego sencillo para quedar tendidos en el terreno. Ahora dependían de que perdiera Tampa Bay para tener que forzar un juego de desempate por el comodín de la Americana, pero eso no estaba en el guión.
La gente aún festejaba en el Camden Yards cuando por la pantalla transmitieron cómo Evan Longoria (Tampa) pegaba su segundo jonrón del juego para vencer a los Yankees, con el que de paso, consiguieron su pase a la postemporada.
“No se dieron las cosas, así es el beisbol, y ahora debemos de pensar en prepararnos bien en el invierno para volver a buen nivel para el próximo año”, afirmó en exclusiva para La afición, un cabizbajo Adrián González. “De este tipo de cosas no se aprende nada. Es muy fuerte lo que acabamos de pasar, es una experiencia muy dura y no sé qué más decir. El beisbol te da y te quita, ahora nos quitó a nosotros y le dio a Tampa”.
El pelotero mexicano terminó con un un hit en dos viajes al plato, con tres pasaportes intencionales, lo que le permitió terminar el año con 213 hits conectados para empatar con Michael Young como los máximos hiteros de la temporada, y además, finalizó con .338 de porcentaje, el segundo mejor de todas las Ligas Mayores.
Así, Boston quedó eliminado después de tener nueve juegos de ventaja sobre las Rayas al iniciar septiembre, un mes donde su marca fue de 7-20, y Tampa Bay consigue el milagroso pase al compilar marca de 17-10, ganando los últimos cinco duelos.
Y la historia se escribió así
Faltaban cuatro horas para iniciar el último juego de la temporada y peloteros de los Medias Rojas como Dustin Pedroia, Jacoby Ellsbury, David Ortiz o Carl Crawford esperaban a que la jaula de bateo estuviera libre para empezar lo que querían convertir en un gran día.
Adrián también salió con una actitud y mente positiva a la práctica. “No hay presión, el beisbol se tiene que jugar divertido, se tiene que jugar suelto y hay que tratar de hacer lo mejor posible tu trabajo siempre”.
Pero esa actitud no tuvo eco dentro del diamante gracias a que no supieron ganar y a que no recibieron ayuda de sus acérrimos rivales.
Los Yankees de Nueva York anotaron una vez en la primera entrada y después cuatro ocasiones en la segunda y así, mientras en Baltimore iban 0-0, en Tampa Bay las Rayas perdían 5-0.
Llegó la alegría a Boston cuando los Medias Rojas tomaron la delantera en la tercera gracias a que Dustin Pedroia dio sencillo remolcador. Aun así, la tensión siguió en el Camden Yards cuando los de casa le dieron la vuelta a la pizarra, 2-1, con jonrón de JJ Hardy.
Pero faltaba historia y lluvia. Mike Aviles emparejaría los cartones gracias a un balk del pitcher abridor, Alfredo Simon en la cuarta, y un capítulo después, Pedroia les volvería a poner adelante con su jonrón 21 del año.
Mientras tanto, en Tampa Bay, los Yankees ampliaron su ventaja a un 7-0. Y como si hiciera falta suspenso, el invitado incómodo llegó. La lluvia se hizo presente cuando se iba a jugar la parte baja del séptimo inning.
Mientras en Baltimore llovió agua, en Tampa llovieron batazos. En la octava entrada las Rayas hicieron seis carreras (tres con jonrón de Longoria) y en la novena una más para empatar el juego y mandarlo a extrainnings.
Ahí se colgaron ceros de cada lado hasta que Longoria reaparecerió con un batazo de cuatro esquinas en la tanda 12 que fue observado por los jugadores de Boston, justo cuando iban entrando a los vestidores. Ahí los Medias Rojas supieron que su temporada había terminado, mientras en Tampa Bay el festejo estaba en pleno.
Boston 001 110 000_3 11 0
Baltimore 002 000 002_4 7 2

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