
En un encuento plagado de conatos de bronca, los Diablos Rojos del México perdieron 17-6 ante los Sultanes de Monterrey.
La novena visitante inició de inmediato el carrusel de tablazos. Apenas en la primera entrada, los Fantasmas Grises rasparon al abridor Nerio Rodríguez con cinco carreras, un ataque que inauguró Chris Robinson con un jonrón.
La seguidilla de tablazos productores de anotaciones quedó en segundo plano.
El terreno de juego se convirtió en un hervidero, el pitcheo descontrolado de los locales se tornó en desesperación y un par de bolas directas al rival. Esa fue la primera amenaza de bronca, lo que derivó en la expulsión del pitcher Orlando Lara, tercero en subir a la loma por Diablos, y el manager Max Mako Oliveras.
Para el inicio de la séptima entrada, Emmanuel Ávila emprendió una furiosa carrera hacia el dugout visitante, incitado, aparentemente, por un grito. Los empellones, gritos y reclamos se prolongaron varios minutos.Se jugó la parte alta de la séptima y volvió a arder el infierno. Víctor Bojórquez, jugador y coach del primer cojín escarlata, tomó turno para embestir al dugout contrario con reclamos. Volvió la bronca a una serie que mañana tendrá campeón.
Homenaje a Leo Rodríguez
durante el sexto juego de la Serie de Campeonato de la Zona Norte, Sultanes y Diablos Rojos rindieron homenaje a Leo Rodríguez, legendario pelotero de la Liga Mexicana de Beisbol durante la década de los años 50, fallecido ayer.
durante el sexto juego de la Serie de Campeonato de la Zona Norte, Sultanes y Diablos Rojos rindieron homenaje a Leo Rodríguez, legendario pelotero de la Liga Mexicana de Beisbol durante la década de los años 50, fallecido ayer.
Antes de iniciar el duelo, el sonido local en el Foro Sol recordó la trayectoria del jugador duranguense; después de dar lectura a la semblanza, solicitó a los espectadores tributar un minuto de aplausos al integrante del Salón de la Fama, etiquetado como uno de los mejores tercera base del circuito veraniego.
Aficionados y peloteros sonaban las palmas como homenaje póstumo a Leo Rodríguez, su hijo, coach de tercera base de los Sultanes de Monterrey, era consolado por el manager del equipo, Enrique Che Reyes, quien intentaba aliviar el llanto del Rodríguez Jr. con afectuosas palmadas en la espalda. Una vez cumplido el ritual, Sultanes y Diablos saltaron al terreno con un crespón negro en la manga derecha en señal de luto que recordó a lo largo de la velada la partida del inmortal de los diamantes
Fuente CentralDeportiva
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